Capítulo final: Morir de amor
Enero 1918 Dolores Sopeña tiene 69 años, ha cumplido la misión recibida de Dios y está a punto de salir a su encuentro.
Acaba de hacer Ejercicios Espirituales en Toledo y regresa a Madrid, ...es ayudad por sus secretaría desarrolla un trabajo arduo que va terminando con sus últimos días entre responder cartas, visitar a quiénes pueden ayudar al Instituto y a quiénes necesitan ayuda, su mayor aspiración ha sido unir a los que tienen, con los que no tienen nada, no solo desde un trasvase de bienes materiales, sino desde el fondo de su corazón para hacer de todos una sola familia, esto lo inculcará en las religiosas que continuarán su obra.
Muy próxima a su muerte expresa “Que hermoso es irse al cielo sonriendo, así le sucede a vuestra pobre madre, que tiene el corazón lleno de contento en estos días, desde que veo próxima la hora de la partida”.
En su epitafio se escribió “Aquí descansa la que nunca descanso”, su huella sigue viva y vigente en medio del mundo luego de 93 años de su muerte.
Esperamos tus comentarios en nuestro email catequistasopena@gmail.com
Gracias a todos que han seguido fielmente este audiolibro, que Dolores Sopeña desde el cielo siga intercediendo por todos y su vida sea un modelo de entrega a los demás.
El proceso de canonización esta en camino puedes visitar su blog
http://canoniz-ds.blogspot.com
para que las conozcas más o si deseas comunicar algún favor concedido por su intercesión.