Oración de la Ascensión del Señor


Jesús quisiéramos saber qué ha sido para ti volver al seno del padre, 
volver a él no solo como Dios, sino también como hombre, 
con las manos, los pies y el costado con esa llaga de amor. 

Sabemos lo que es entre nosotros la separación de las personas que amamos: 
la mirada los sigue todo lo que puede cuando se alejan...

El Padre nos concede también a nosotros, como a los apóstoles, 
esa luz que ilumina los ojos del corazón 
y que nos hace intuir que estás presente para siempre. 

Así podemos gustar ya desde ahora la viva esperanza 
a la que estamos llamados y abrazar con alegría la cruz, 
sabiendo que el humilde amor inmolado 
es la única fuerza adecuada para levantar el mundo.